
“Equilibrado, envolvente, donde todos los elementos bailan al mismo son. Un espacio compensado y ordenado. Cada pieza dispone de su lugar y su contrapeso. Un balance que se puede conseguir con el color, con mobiliario, con accesorios”
Eider y Aitor por fin tienen su casa soñada, con unas vistas espectaculares y muchísima luz.
Ella es una enamorada de la decoración, mima los detalles y le gusta que todo esté coordinado. Quiere que su salón se vea bonito, diferente, que fascine a sus invitad@s y sentirse acogida en él.
Sus estilos de referencia son sin duda el Boho chic y el Mediterráneo: Tonos suaves y cálidos, con algún toque de color y contraste, fibras naturales, tejidos como el algodón, el lino… también con pelo, lana gruesa, macramé. El esparto es otro de sus materiales preferidos.
Plantas por doquier, que aportan vitalidad
Compartir: Para ellos es muy importante tener un espacio en el que disfrutar de ratos de charla y comidas en familia y con amig@s…, por eso es esencial contar con más asientos en la zona de salón y con una mesa extensible en el comedor.
El espacio: En forma de “ele”, genera 2 zonas. La destinada a salón forma un cuadrado que da la sensación de ser pequeño, así que pensamos en ampliarla visualmente, añadiendo un sillón que “invadiese” la zona del comedor. Por otro lado, la elección de un papel pintado con un motivo mural, además de tener un carácter decorativo, genera una sensación de profundidad y perspectiva, que atenúa la forma de este salón ampliando la parte más estrecha del mismo.
Objetos y recuerdos: Ya disponían de un sofá de un tono anaranjado que tomamos como punto de partida, y varios objetos y recuerdos que querían tener presentes en su salón.
El mural Tropics Monstera de Photowall es sin duda uno de los elementos más especiales de este salón y fue amor a primera vista para Eider, define el estilo y amplía visualmente el espacio, además de transportarte a un lugar exótico.
El mobiliario, tal y como ellos querían, piezas no muy grandes, alguna de ellas abierta, exentas y con carácter, que cumpliesen sus necesidades de almacenaje. El sillón de ratán, ligero, pero resistente y envolvente, da un toque de estilo y diseño al salón.
La alfombra rectangular, alarga también visualmente esta zona y da volumen y textura, acompañando al resto de textiles y mobiliario con toques de fibras naturales y maderas claras.
Unas mesas de centro ligeras y muy versátiles, apara moverse a su gusto ante cualquier reunión de amig@s improvisada, les permite también hacerlo cuando quieren extender su sofá para disfrutar de una peli y relajarse tras un día o semana de duro trabajo.
El textil de ventana, un visillo de trama algo abierta, con textura, de lino y algodón, con una caída acompañada de grandes ondas nos transporta a una cabaña junto al mar en la que el viento mece las cortinas con suavidad. El hecho de que cubra toda la pared, no solo el ventanal, hace de nuevo que la zona más estrecha de este salón se perciba más ancha, y más balanceada.
Ya sólo queda disfrutar de este salón acogedor, en el que las sonrisas y las conversaciones llenan el espacio, en el que tiempo se detiene y les transporta hasta a un cálido destino. Así es su historia…